por María del Amor Garcés Santamaría. | Jul 7, 2020 | Salud sexual, Sexualidad
Seguramente has escuchado mil veces como deben protegerse contra ETS tanto las personas hetero como los chicos gays o bisexuales. Pero si eres una mujer que mantiene relaciones con mujeres la cosa cambia.
Existe el mito de que las mujeres que mantienen relaciones con mujeres no tienen la necesidad de protegerse contra ETS porque no tienen riesgo de contagio. Pero la realidad es que el riesgo es exactamente el mismo que el de las mujeres heterosexuales, con una prevalencia de ETS que se sitúa entre el 10% y el 20%
Según un estudio realizado para la revista «Sexual Health», las ETS más frecuentes son la tricomoniasis, el virus del papiloma humano las clamidias y el herpes genital. Sin contar la candidiasis y la vaginosis bacteriana.
Bajo la sombra del mito encontramos los resultados de un trabajo publicado en «American Journal of Public Health» donde se expone que sólo el 11 % de mujeres han usado métodos de barrera al mantener relaciones con personas de su mismo género.
Con estos datos debemos que tener en cuenta que independientemente de tu orientación sexual, si tus fluidos entran en contacto con los de una persona infectada puedes contagiarte tú y seguir contagiando en un futuro, porque muchas de las ETS son silenciosas, es decir, asintomáticas.
Algunas infecciones pueden ser transmitidas por manos, dedos y roce vulvar, además de la manipulación de juguetes sexuales. Veamos entonces cómo protegernos.
Los únicos métodos para protegernos de las ETS son los de métodos barrera. Son los siguientes:
- Barrera de látex: Son cuadrados de latex que se ponen en la vulva o el ano, para evitar el contacto con los fluidos. A la hora de protegerse de la transmisión del virus VIH, es importante tener en cuenta que el sexo oral o cunnilingus es una de las prácticas que implican mayor riesgo, mientras que éste puede aumentar con la menstruación. Si no tienes barreras de látex, puedes hacerla cortando un condón. No se debe usar el film de cocina porque es poroso, y buscamos evitar el contacto con los fluidos
- Condones de dedos o dedales de látex, también fabricados de látex con la idea de proteger a las parejas de infecciones que se pueden contraer a través de uñas o heridas. En especial el herpes o el VPH. En su defecto puedes usar guantes de látex.
- Preservativos: para los juguetes sexuales que quieras compartir con tu pareja
- Preservativo femenino. También se puede usar en sustitución de los preservativos comunes o los dedales de latex
Eliminando los mitos y protegiéndonos de manera eficaz podemos vivir una vida sexual saludable.
por María del Amor Garcés Santamaría. | Jun 21, 2020 | Sexualidad
-Ni todos los que tienen parejas del mismo sexo son gays o lesbianas, ni todos los que tienen una pareja del sexo opuesto son heterosexuales.-
Una persona bisexual puede sentir atracción física, sexual o emocional por alguien de su propio género o del contrario. Es alguien que tiene relaciones heterosexuales y homosexuales.
Según la activista bisexual Robyn Ochs:
“La bisexualidad es la capacidad de sentir atracción romantica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género/sexo, no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente de la misma manera, no necesariamente en el mismo grado ni con la misma intensidad”
Las personas bisexuales no son mitad homo y mitad hetero.
Según la GLAAD (alianza de gays y lesbianas contra la difamación): “ las personas bisexuales no necesariamente deben tener experiencias sexuales específicas para definirse como bisexuales; de hecho no tienen que tener ningún tipo de experiencia sexual para identificarse como bisexuales.”
Cuando se es bisexual se puede experimentar diferentes tipos de atracciones por los diferentes géneros. Por ejemplo, sentir atracción sexual por las mujeres y romántica por los hombres. A esto se le denomina orientación mixta, atracción sexual hacia un género y romántica hacia el otro.
Se puede ser bisexual y birromántico. Como hablábamos el otro día con respecto a la asexualidad.
¿Qué no es la bisexualidad? – Mitos sobre la bisexualidad
Existen tópicos extendidos sobre la bisexualidad que en la mayoría de los casos se alejan de la realidad y son simples mitos. Algunos de los más frecuentes son:
- Las personas bisexuales son promiscuas. Esta afirmación es errónea, por ejemplo, porque la promiscuidad no tiene nada que ver con la atracción sexual o afectiva de las personas.
- Los bisexuales están confundidos y por ese motivo eligen una opción de transición hacia otra sexualidad.
- A las personas bisexuales les da igual mantener relaciones con un hombre que con una mujer. Esta frase puede llevar a juicios erróneos ya que aunque se presupone que una persona bisexual se piense atraída por ambos sexos, esto no significa que la atracción se dé con la misma intensidad.
- Las personas bisexuales tienen más enfermedades venéreas. El riesgo de contagio de enfermedades venéreas no está supeditado a la bisexualidad, si no a las precauciones que tome la persona al realizar el acto sexual, independientemente de con quién mantengan relaciones sexuales.
- En el fondo todos somos bisexuales. Esta afirmación es incorrecta ya que la bisexualidad es una orientación sexual, no es algo temporal.
- Las personas bisexuales son infieles a sus parejas. Los expertos señalan que poder sentirse atraído por un mayor número de personas, al cubrir ambos sexos, no tiene relación alguna con la fidelidad.
- La bisexualidad no es pansexualidad, ya que las personas pansexuales se sienten atraídas por todas las identidades de género. Históricamente la bisexualidad se ha usado para referirse la atracción por hombres y mujeres. Los pansexuales pueden llegar a sentir atracción independientemente del género de la otra persona y reconocen la existencia de más de un género y que la identidad y expresión de género son flexibles y fluidas. Las fronteras son difíciles de definir.
Bifobia
Se dice que los bisexuales tienen que salir del armario 2 veces. Una cuando descubre que sienten atracción por alguien de su mismo sexo y otra cuando descubren que siguen sintiendo atracción por las del sexo opuesto.
Se les invisibiliza constantemente. Uno de los términos que está relacionado con la bisexualidad es la bifobia, el rechazo hacia la comunidad bisexual desde cualquier otro colectivo porque no lo aceptan como una opción sexual. Hay dos tipos:
- Negación bisexual: Aquellas personas o colectivos que entienden a los bisexuales como “confusos” respecto a su sexualidad o que están en transición hacia una sexualidad determinada. Para estas personas sólo existen dos sexualidades posibles: la heterosexualidad y la homosexualidad.
- Invisibilidad o exclusión bisexual: Cuando se da esta opción, no se incluye a los bisexuales dentro del colectivo lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) por considerarlos como personas que están dentro de una fase de transición. En estos casos se intenta forzar a las personas a que acepten una sexualidad monosexual. De esta forma, se les aparta de cualquier cuestión de tolerancia o respeto que repercuta al colectivo, siendo ignorados.
por María del Amor Garcés Santamaría. | May 13, 2020 | Salud sexual, Sexualidad, Uncategorized
Mayo es el mes de la masturbación . Esta celebración se la debemos en parte a la pediatra Joycelyn Elders, ex jefa del Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, quien en los noventa afirmó (durante la celebración del Día de las Naciones Unidas contra el SIDA) que la masturbación es parte fundamental de la sexualidad humana, por lo que debía ser incluida en los programas de educación sexual y promovida entre la gente joven para evitar embarazos y enfermedades.
Sus declaraciones tuvieron repercusiones permanentes, fue despedida de su cargo.
La empresa de juguetes sexuales «Good Vibrations» consideró que el despido era injusto y por ello, decidieron instaurar mayo como el Mes de la Masturbación e invitaron a uno mismo darse “una mano”, “un vibrador” o “algo que estimule”
Definición
La masturbación es todo acto autoestimulatorio que tiende a producir o incrementar la satisfacción sexual (Mc Cary, 1983). Históricamente ha sido un tema tabú y lleno de mitos, incluso en el ámbito científico.
La palabra masturbación vendría del vocablo latino manus stuprare que significa “cometer estupro contra uno mismo utilizando las manos”
Un sinónimo de masturbación es onanismo, que deriva de Onán, personaje bíblico que al morir su hermano, fue obligado a copular con la viuda. Onán eyaculó fuera para no dejarla embarazada, tras lo cual, “por la pérdida de simiente y la desobediencia de la ley de Levirato”, fue castigado por Yahvé
Aunque no se trataría de una masturbación sino de un coitus interruptus, ambos términos tendrían una connotación negativa.
Las raíces evolutivas de la masturbación provienen de la tendencia biológica normal y adaptativa a examinar, manipular, limpiar e incidentalmente estimular los órganos sexuales externos.
La autoestimulación genital es un hecho generalizado entre los mamíferos. En el ser humano, producto de su capacidad de simbolizar, el significado sexual de la masturbación está ligado a la fantasía.
Mitos
Para el médico Samuel Auguste Tissot (1758) y sus seguidores, la masturbación producía: melancolía, crisis histéricas, ceguera, impotencia, esterilidad, oligofrenias, demencias, cardiopatías (llegó a describirse un corazón del masturbador), adelgazamiento, tuberculosis y calvicie.
Durante años, han existido mitos y fantasías acerca de la masturbación como los siguientes:
- Es un acto que se realiza sólo en la adolescencia.
- Las mujeres no se masturban.
- El que se masturba se envicia.
- Si se tiene pareja estable, es anormal masturbarse.
- Produce daño mental y debilidad física.
- Produce daños en la personalidad.
- La persona que se masturba es perversa.
- Hace salir pelos en la palma de la mano.
- Causa malformaciones físicas en la zona genital (se caen los testículos, crece el clítoris)
- Causa disfunciones sexuales (eyaculación retardada, frigidez)
- Hace aparecer pecas en la cara y acné.
- Produce ojeras.
Masturbación y género
Existe evidencia que tanto niños como niñas presentan aprendizajes diferentes respecto a la masturbación. Los hombres obtienen información dada por sus compañeros, en lecturas y otros medios de divulgación. En cambio las mujeres llegan a través de un autodescubrimiento y muchas veces en forma accidental. En líneas generales los niños comienzan a masturbarse antes que las niñas. La masturbación femenina ha sido más reprimida y censurada culturalmente que la masculina.
Datos:
- Kinsey (1953): un 92% de los varones y un 63 % de las mujeres afirmaban haberse masturbado alguna vez. Esta diferencia tiende a reducirse hasta la actualidad
- Masters y Johnson (1966): varias mujeres describieron que los orgasmos provenientes de la masturbación eran fisiológicamente más satisfactorios que el coito, aunque este último era más satisfactorio desde el punto de vista emocional (yo diría que erótico—>mental)
- Sorensen (1973): la frecuencia de masturbación disminuía en los hombres en períodos en que mantenían relaciones sexuales, en cambio en las mujeres aumentaba (cuanto más, más)
- Mc Cary (1983): entre el 31 al 37% de las mujeres que nunca se habían masturbado antes del inicio de las relaciones sexuales no pudieron llegar al orgasmo durante el primer año, en contraposición al 16% de las que sí lo habían hecho
Masturbación y desarrollo
La conducta masturbatoria está presente en ambos sexos, en todas las etapas de la vida. Desde los 8 meses encontramos la masturbación como una conducta normal, placentera y exploratoria. Alrededor de los tres años los niños descubren las diferencias sexuales, exploran su cuerpo, el de sus padres y hermanos, así como también preguntan sobre el nacimiento de los bebés. Esta curiosidad es sana y está ligada a su despertar intelectual.
Es importante que cuando los padres se vean enfrentados a la masturbación infantil no se alarmen y que estén informados para saber cómo reaccionar, sin estimular ni rechazar la situación. El reprender o castigar a un niño por masturbarse puede acarrear culpa y vergüenza acerca de su sexualidad.
Cuando los niños presentan esta conducta en público, los padres deben abordar directamente el tema, enseñarles que es algo privado y que tiene que ver con la intimidad del cuerpo.
Durante la adolescencia es la práctica sexual más asequible y se utiliza como una vía de escape de las tensiones propias del desarrollo sexual.
Caballero, en 1990, encontró que el 95% de los hombres se había masturbado y que para el 78,6% era una práctica actual
Kinsey, en 1948, encontró que alrededor del 25% de los hombres mayores de 60 años tienen conducta masturbatoria, incluso en aquellos que mantienen relaciones sexuales
La conducta masturbatoria es una constante en el desarrollo humano y que en sí misma no constituye una alteración o entidad clínica psicopatológica, sino más bien un aspecto propio en el desarrollo psicosexual de la persona.
Masturbación terapéutica
La masturbación se ha utilizado como técnica terapéutica en disfunciones sexuales tanto femeninas como masculinas.
Se utiliza para:
- Vascularización y tonificación del pene en la disfunción eréctil
- Observar y aprender el momento de la inevitabilidad de la eyaculación en la eyaculación precoz
- En la recuperación de la capacidad orgásmica en víctimas de un trauma sexual
- En la anorgasmia
- En la permeabilización de la vagina en el vaginismo,
- En disfunciones del deseo y de la excitación sexual
Masturbación y trastornos
La masturbación excesiva o compulsiva puede ser un síntoma de trastornos psiquiátricos o psicológicos. Puede considerarse como patológica cuando se constituye la única o la mayor fuente de satisfacción y de alivio de tensión y existe un retraimiento social. Es también anormal que se realice en público cuando se tiene la capacidad de entender que es una actividad privada.
Conclusión
A pesar de los prejuicios y la desinformación, la masturbación es una forma de experimentar la sexualidad muy común y bastante generalizada, que puede acompañar a hombres y mujeres hasta sus últimos días y ser un elemento terapéutico en el abordaje de las disfunciones sexuales.
Es normal cuando se trata de una práctica íntima, privada y que no interfiere en la relación con los otros y en tener otras formas de placer.
La masturbación es uno de los contenidos que debería incluir la educación afectivo-sexual. Evidentemente no se trata de enseñar a los adolescentes a masturbarse, ellos lo suelen descubrir por sí solos, sino de hacer que tengan una actitud positiva ante el autoerotismo, y lo consideren como una actividad que les puede ayudar a conocerse mejor, logrando una mejor aceptación de la propia sexualidad.
por María del Amor Garcés Santamaría. | Abr 21, 2020 | Sexualidad, Uncategorized
En estos días de confinamiento muchas personas ven limitado su contacto con los demás. Ya sea porque no tienen pareja estable o porque se han visto obligados a permanecer separados, no es motivo para que su vida sexual compartida se anule. Para ello, existe una nueva forma de vivir nuestra sexualidad propiciada por los avances tecnológicos, que puede ser muy satisfactoria si se usa adecuadamente. El sexting
Sexting (sex+texting = sexo+mensajes de texto) es un término que se refiere al envío de mensajes, fotos y vídeos sexuales (eróticos o pornográficos) por medio de teléfonos móviles y ordenadores.
Las personas intercambian material para:
- Seducir
- Presumir
- Por excitación
Para un buen sexting es necesario:
- Consentimiento: siempre será necesario que ambas partes den su consentimiento. NO es NO
- Asertividad: implica una buena comunicación, sin prejuicios y sin obligaciones. Usaremos el “me gustaría que me mandarás” en lugar de “mándame”. Está implícita la posibilidad de decir que no en cualquier momento.
- Placer. Con ello queremos disfrutar por lo que debemos practicarlo sólo si nos apetece. Es algo que debe fluir y salir natural.
Es para:
- Disfrutar
- Compartir
- Intimar
Formas
- Videollamada
- Mensajes
- Audios
- Fotos: tendremos más cuidados, por ejemplo que no se vea la cara (lo explicaremos más adelante)
- Llamadas
Con quién hacemos el sexting
¿Con desconocidos? NO. Preferiblemente personas en quienes confiemos y que sepamos que no nos la van a jugar. Todo lo que haya en esa conversación debe quedar entre los 2.
Contras
Cuando compartes material sexual con otra persona, tenéis el control compartido del archivo, no solo depende de ti que ese archivo salga a la luz.
Tenemos la posibilidad de ser víctimas de sextorsion o cyberbullying, la persona que ha recibido tus imágenes, las usa en tu contra para obtener algo a cambio o causarte un daño.
Si enviamos ese material a terceras personas, aunque sea de forma inocente, estaremos infringiendo muchos artículos del código penal, agravándose aún más si nuestra pareja es menor de edad. También estaremos cometiendo un delito si somos menores de edad y compartimos un material propio en internet
Estos delitos son:
- Posesión de material pornografico infantil
- Distribución de pornografia infantil
- Delito contra la intimidad y derecho a la propia imagen
Hay que pensarselo bien a la hora de compartir una imagen que no sea tuya.
Sabiendo esto, no es necesario dejar de hacer sexting si es algo que te gusta.
Tips para disfrutarlo de forma segura
- No muestres tu rostro ni ningún rasgo que pueda identificarte
- No sextees con alguien con quien no tengas confianza
- Asegurate de que la persona borra ese material tras verlo y haz tú lo mismo con lo que te envíen
- Utiliza aplicaciones seguras, por ejemplo Telegram, que tiene chat seguros, los mensajes se destruyen y están encriptados, y además te alertan de si la persona ha hecho captura de pantalla.
- Recuerda que lo que publiques en internet nunca se va a borrar, es irrecuperable y se estaca de nuestro control. Debemos pensar 2 veces qué compartimos.
Para finalizar os dejo un artículo que compartí en mi página de Facebook, Psique Sana. Psicología, sexología y pareja sobre el sexting.
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