
Menstruación sostenible
Introducción
¿Sabes cuánto contamina tu regla? En realidad tu regla no contamina nada, lo que contamina son los productos denominados de “higiene femenina”
Se estima que un 26 % de la población son personas con vulva que menstrúan (aproximadamente 1.800 millones). Estas personas necesitan usar productos de higiene durante los días de la regla, que comprende entre los 2 y 7 días al mes por norma general.
Se calcula que una sola persona genera aproximadamente unos 16 kilos de residuos no reciclables procedentes de esos productos.
Cada persona que menstrúa utilizara entre 800o y 17000 compresas a lo largo de su vida. Estas compresas están hechas en un 90% de plástico y que tardan 300 años en biodegradarse
Según Women’s Environmental Networks, cada persona que menstrúa generará un total de 200000 kg de basura a lo largo de su vida. También, según esta fuente, sólo en Reino Unido se generan de manera anual, 200000 toneladas de basura procedentes únicamente de la menstruación. Imagina a nivel mundial…
Existe una calculadora menstrual de la marca Intimina, donde puedes calcular cuanta basura producirás tú a lo largo de tu vida menstrual. Según esta fuente una persona generará 319000 kg desde la menarquía hasta la menopausia.
https://www.intimina.com/menstrual-calculator
Para evitar tal cantidad de residuos existen alternativas de higiene sostenibles, que tienen una vida útil de varios años (10 años en el caso de la copa menstrual) en lugar del conocido usar y tirar.
Otro problema, es la cantidad de tóxicos que contienen y que se generan durante su producción.
Compresas, tampones, etc. están fabricados con plásticos, líquidos blanqueantes y fibras sintéticas, residuos altamente contaminantes para el medio ambiente y que pueden causar reacciones alérgicas o de sensibilidad.
¿Te das cuenta también de lo que estás metiendo en tu cuerpo?
Enriqueta Barranco analizó la sangre menstrual para buscar los elementos químicos que pudieran contaminar. Y encontró que la sangre no era el producto contaminante sino el contaminado. Se dio cuenta de que los casos de endometriosis estaba creciendo de una manera que no se podía entender.
En este análisis de cada 10 químicos que se encontraron, 6 se repetían: los parabenos y los benzofenonas. Los parabenos Butylparaben se encontró en todas las mujeres que se quejaban de fuertes dolores menstruales.
Aún no sabemos al 100% qué químicos se utilizan en la fabricación de los tampones, hay mucho oscurantismo en su proceso.
En los tampones, el rayón es uno de los productos principales. Las dioxinas sirven para blanquear y también se ha encontrado glifosato (un pesticida) en el algodón de los tampones.
La sangre menstrual no huele a nada, pero estos productos usan una serie de perfumes y químicos que reaccionan con tu sangre provocando así el mal olor que todos conocemos, y animándote a comprar más productos de higiene femenina como jabones íntimos.
Productos de higiene sostenibles
Copa menstrual
La copa menstrual es un recipiente de silicona médica que se inserta en la vagina durante la menstruación para recoger el flujo menstrual. No absorbe la sangre sino que se queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae y se vierte el líquido en el wc o lavabo.
Historia
Existen copas menstruales rudimentarias desde el año 1867 pero se empiezan a producir industrialmente desde la década de 1930, encontrando la primera patente en 1932 de la mano de L. J. Goddard. Otra copa menstrual fue patentada por Leona Chalmers en Estados Unidos, con el nombre Tass-ette y estaba fabricada de caucho vulcanizado. Hubo otras patentes en 1935, 1937 y 1950 pero solo tuvieron éxito en la década de los años 1930.
En 1950, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, las copas se volvieron a fabricar en Estados Unidos, pero se interrumpió en 1963, por falta de rentabilidad y la escasez de látex. Otro factor en contra fue que algunas mujeres opinaban que era demasiado grande, rígida y pesada, además de la aversión que resultaba la manipulación de los genitales, el flujo menstrual y vaginal.
En 1987, se comenzó a fabricar en Estados Unidos la copa llamada The Keeper, de látex, en dos tamaños, con el pequeño siendo para las mujeres más jóvenes y sin hijos.
Poco a poco, se ha vuelto más popular, gracias a los mejores diseños, su resistencia y a su carácter reutilizable. También, se considera muy segura, inocua y capaz de reducir la incidencia de infecciones genitales comúnmente asociadas al uso de absorbentes sanitarios.
En los últimos años, las copas menstruales se han hecho de materiales alternativos, por ejemplo la silicona médica, debido a las posibilidades de alergia generadas por el uso del látex.
Ventajas
• Economía: el costo inicial es mayor que los productos desechables pero es un solo gasto y se recupera la inversión a los pocos meses, ya que la duración con los cuidados adecuados puede ser más de diez años.
• Evita infecciones: la silicona es inerte, de forma similar al cristal, y no es adecuada para que los gérmenes se acumulen en ella. No se han relatado casos de síndrome del shock tóxico, como ha sido el caso de los tampones.
• Comodidad: se la puede tener puesta durante toda la noche. Se puede utilizar durante toda la menstruación independientemente de lo copiosa que sea e incluso en cualquier momento del ciclo simplemente para acostumbrarse a llevarla.
• Seguridad: permite hacer cualquier tipo de ejercicio, como nadar, montar caballos, alzar pesas, correr y bailar. Mojarse en la lluvia, un río o el sudor no es ningún problema.
• Ambiente: genera menos desechos que contaminan el ambiente. También, permite devolver la sangre a la tierra como fertilizante para las plantas. (Por higiene, se puede depositarla en un pequeño hoyo y luego taparlo.)
• Accesibilidad: es muy fácil de comprar por internet o tiendas
• Duración: hasta más de diez años.
• Autoconocimiento: Se aprende conoce en más detalle la propia anatomía.
Inconvenientes
*En un porcentaje mucho menor a las ventajas, también se pueden encontrar las siguientes desventajas relacionadas con el conocimiento del producto y las instrucciones de uso:
*Puede ser complicado ponerla por desconocimiento, falta de práctica o sensaciones incomodas o desagradables.
*Pérdidas de flujo hasta que se encuentra la talla correcta y/o se aprende a utilizar
*Sensación de succión desagradable al principio.
*Aspecto de suciedad con el paso de los años.
*No lavarla puede crear infecciones
Tallas de la copa menstrual
Hay varias tallas asociadas a la edad de la mujer, partos y tono del suelo pélvico. Las distintas marcas presentan ligeras diferencias.
- Talla S o pequeña. Indicada para mujeres menores de 18 años y sin relaciones sexuales. Diámetro: 38 mm, longitud: 45 mm, capacidad: 23 ml.
- Talla M o mediana. Diámetro: 41 mm, longitud: 48 mm, capacidad: 28 ml
- Talla L o grande. Diámetro: 44 mm, longitud: 51 mm, capacidad: 34 ml y
- Talla XL o extragrande. Diámetro: 47 mm, longitud: 56 mm, capacidad: 42 ml.
Braga menstrual
Se trata de una braguita cuyo forro hace las veces de compresa, absorbiendo el flujo menstrual.
Están compuestas por varias capas de:
1. Algodón: En contacto con tu piel más íntima, todas las braguitas Cocoro tienen el tejido que recomiendan los ginecólogos. Algunos modelos están completamente forrados de algodón.
2. Tejido técnico en base de poliéster: Absorbente, hidrófugo, antibacteriano y transpirable. El tejido técnico está escondido entre el algodón y el tejido externo.
3. Lycra u otros tejidos bonitos y agradables en su parte más externa.
Compresas de tela
En el interior pueden llevar distintos tejidos naturales absorbentes. suelen estar rellenas de distintas capas de muletón de algodón orgánico y cáñamo
Bajo esta capa absorbente, formada por varias capas de tejido, se encuentra una capa impermeable que evita que el flujo traspase la compresa. Puede estar oculto bajo otra capa de algodón
Por norma general puedes usarlas hasta unas 6 u 8 horas. A mí personalmente me gusta cambiarme al menos cada 4 o 5 horas porque me siento más cómoda. En cualquier caso, no recomiendo usarlas por más de 8.
Esponja
Se trata de una esponja marina de tamaño similar al de un tampón que se introduce en la vagina y recoge la sangre menstrual. Se saca, se enjuaga con agua y se introduce de nuevo.
Tampones caseros
Los tampones están hechos de algodón, por lo que estos, también pueden estar hechos con algodón, pero con la ayuda de unas agujas de punto o de croché. Sólo hay que coserlo para que tenga la forma deseada y colocarlo con un aplicador o con los dedos. Lo bueno de estos tampones caseros, como alternativas para la menstruación, es que después no hace falta tirarlos, sino ponerlos a lavar.
Free bleeding
Sangrado libre, no usar productos para recoger la menstruación.
Este movimiento surgió en los años 70 como respuesta al síndrome de shock tóxico, un trastorno que algunas mujeres sufren como consecuencia de los químicos que los productos de higiene íntima llevan. En 2014 este tema volvió a coger fuerza como consecuencia de una serie de bromas para desprestigiar e insultar en la red a las mujeres feministas. Como resultado muchas mujeres volvieron a hablar de ello y a ponerlo en práctica. Fue Kiran Gandhi, que corrió la maratón de Londres sin nada que retuviera su flujo menstrual, quien dio el pistoletazo de salida para que muchas más se interesaran sobre el tema y se dejaran fluir menstrualmente.
Su motivación fue luchar contra la vergüenza y el tabú que significa menstruar, y visibilizar las necesidades de las personas que menstrúan en el mundo.
Está muy asociado al movimiento feminista y el empoderamiento. La regla se ha convertido en un símbolo de feminidad, autoconocimiento y amor propio.
Cuidados de los productos
Esterilizar la copa:
Antes y después de usarla hiérvela durante 5 minutos. Puedes echarle limón o vinagre al agua para un extra de desinfección.
Blanquear la copa:
- Algodón + agua oxigenada—frotar
- 1 cdita de bicarbonato+ chorrito de agua oxigenada + cepillo de dientes + interdentales para los agujeritos
- 2cditas de bicarbonato+ 90 ml agua ox. +90 ml agua destilada de 2 a 24 horas
Lavado de las compresas y bragas
Puedes lavar tus compresas de tela en la lavadora o a mano, pero lo más importante que tienes que tomar en cuenta es que siempre debes hacerlo con agua fría, porque de lo contrario la sangre se fija en el tejido y se hace casi imposible quitar las manchas. Además, se recomienda un jabón neutro.
Se desmanchan más fácilmente si las lavas al momento de cambiarte, pero eso solo es posible en algunas ocasiones. Si no es el caso, remoja la compresa durante unas pocas horas para que la sangre se diluya.
Si vas a lavar en la lavadora
Sólo tienes que exprimir tu compresa ya remojada y ponerla en marcha junto al resto de tu ropa sin problemas. Repito, que sea con agua fría.
Otra alternativa es lavar a mano
Lo ideal es introducir la compresa en un cubo o barreño de agua pequeño, e ir exprimiendo para que descargue la sangre. Cuando el agua empiece a salir más limpia, usa un jabón puro, como el jabón de Marsella. Frota directamente sobre la compresa y acaba de lavar en agua limpia.
¿Y si hay una mancha rebelde?
Esto pasa sobre todo en estos días en los que el flujo tira más a marrón que a rojo intenso, habitualmente al comienzo o al final del ciclo. Si es el caso y hay una mancha que no sale al frotar con jabón sin más, puede que necesites usar un cepillo blando. Si aún así la mancha se resiste, espolvorea un poco de percarbonato de sodio, que hace el efecto del agua oxigenada, y dejar actuar por unos 30 minutos. Si decides lavar tus compresas a mano, es recomiendo que al final del ciclo las laves en la lavadora y, sea como sea que laves tus compresas, nunca uses lejía, ni suavizante, ni secadora. Tiende a secar al sol.
Fuentes y links:
https://www.cocoro-intim.com/es/content/5-que-son-bragas-menstruales
https://laecocosmopolita.com/2019/02/04/todas-tus-dudas-sobre-las-compresas-ecologicas-de-tela/