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Terapia de pareja

«Solo podemos aprender a amar amando»

Iris Murdoch

Muchas parejas se rompen, no porque se hayan dejado de querer, sino porque no saben solucionar sus problemas. 

La falta de comunicación, las discusiones constantes, la infidelidad y el rencor, suelen ser las causas más frecuente del deterioro de las relaciones. 

Cuando la relación de pareja empieza a deteriorarse, no se encuentran soluciones y pensáis que no podéis más, es el momento de pedir ayuda a un profesional.

La terapia de pareja supone un cambio de perspectiva y conducta por parte de ambos miembros, un aprendizaje en la forma de comunicarse de manera asertiva y un reencuentro con el/la compañero/a de vida. 

Por otro lado, en muchas ocasiones, sostenemos relaciones por motivos diferentes al amor que también pueden generarnos malestar. Podemos mantener la relación de pareja por los hijos, por miedo a arrepentirse si termina la relación, por todos los años que lleváis juntos, por el qué dirán, por costumbre, por dependencia (del tipo que sea) o porque no ha habido ningún acontecimiento negativo (peleas, infidelidad, etc.) que preceda a la ruptura. 

En estos casos, en terapia de pareja contamos con la posibilidad de crear nuevos vínculos o soltar el que ya no nos hace felices. Contamos con el reencuentro y con la despedida.

«El amor no significa sacrificarse por otro sino disfrutar de su existencia».

Jorge Bucay

A tener en cuenta

Las sesiones, de 1 hora, siempre se harán de manera conjunta. Ambos estarán presentes en la consulta, siendo parte activa del proceso. No se aceptará información de ninguna de las partes si el otro no está presente. 

Si surgiera material personal de alguno o los dos miembros de la pareja que afectara al vínculo, se derivaría a ese miembro o a ambos de forma individual a otros profesionales, para que fuera atendido de manera individual. Se busca así la mayor objetividad posible para trabajar el vínculo de pareja. Según las necesidades de cada caso, la terapia se solaparía con la individual o no. 

Si pasadas 4 sesiones la pareja no ve mejora en su proceso se derivará a otro profesional.  

Tranquilo, las relaciones sexuales no son un examen. La eyaculación precoz o la disfunción eréctil son disfunciones que tienen un alto componente psicológico. Nuestros pensamientos, preocupaciones y emociones afectan a todas las esferas de nuestra vida, y la sexualidad no iba a ser menos. Con regularidad encontramos, en hombres completamente sanos, dificultades para disfrutar plenamente de sus relaciones sexuales, que se hallan inmersos en el círculo vicioso de la ansiedad de ejecución (preocupación por rendir durante la relación sexual). Esto es, que haya ocurrido alguna vez el problema (eyacular antes de lo deseado o la imposibilidad para mantener la erección) y en ocasiones posteriores se mantenga observándose y evaluándose, dejando así de sentir y fluir dentro del contexto sexual, lo que se traduciría en una repetición del problema y la consiguiente ansiedad de ejecución. Igual que este círculo se crea, se puede romper. A través de la comprensión de la propia sexualidad y de la modificación de pensamientos y conductas podemos mejorar.

Disfruta de tus relaciones. El deseo, la excitación o el orgasmo pueden verse afectados por diferentes factores como son nuestra educación y creencias (sobre la sexualidad y nuestro cuerpo), nuestros miedos (al dolor, a la crítica, al embarazo, etc.), nuestra percepción sobre la situación sexual y la relación con la pareja. Con tantas variables implicadas, parece difícil pero no es imposible llegar a tener una sexualidad saludable y placentera El deseo es el primer paso para mantener una relación sexual y debe estar presente mientras ésta dure. A veces nuestro deseo es espontáneo y a veces no. Además, la respuesta sexual femenina es más lenta que la masculina, necesitamos más tiempo para conseguir la excitación y el orgasmo. El autoconocimiento, la ruptura de mitos, trabajar para eliminar nuestros miedos y mejorar la relación de pareja (si la hubiera) son algunas de las pautas que seguimos para llegar a nuestro objetivo. Para sentirte libre, cómoda y plena con tu sexualida.

Muchas parejas se rompen, no porque se hayan dejado de querer, sino porque no saben solucionar sus problemas. Cuando la relación de pareja empieza a deteriorarse y pensáis que no podéis más, es el momento de pedir ayuda a un profesional. La falta de comunicación o las discusiones constantes, inútiles y destructivas que causan dolor a ambos, sin llegar a ninguna solución, y la falta de aceptación del otro, suelen ser las causas más frecuente del deterioro de las relaciones. La terapia supone un cambio de conductas por parte de ambos miembros de la pareja, un aprendizaje en la forma de comunicarse de manera positiva y un reencuentro de la persona amada. «El amor no significa sacrificarse por otro, sino disfrutar de su existencia». 

Jorge Bucay